Lo que su Director Financiero no calcula: El ROI de la tranquilidad

 

El año pasado, publiqué un artículo titulado “Is Your CFO Your Digital Transformation Party Pooper?” («¿Su Director Financiero está siendo el aguafiestas de su transformación digital?») en continuidad con un artículo del año anterior, “Your Digital Transformation Won’t Be Executed In A Powerpoint” («Su transformación digital no se concretará en un PowerPoint»). Ambos artículos siguen siendo válidos y mantienen su importancia, pero aquí me gustaría explorar el ROI de la tranquilidad cuando se trata de inversiones en tecnología. (Ambos enlaces están disponibles únicamente en inglés)

No soy contador público ni experto en contabilidad. No estudié finanzas y, desde luego, no me gusta ocuparme de mis impuestos, ni personales ni corporativos. Confío plenamente en el equipo de finanzas que se encarga de llevar los libros de nuestra empresa, en todas las oficinas y regiones. Ellos, al igual que muchos otros miembros del equipo de finanzas, son avisados, organizados y están al tanto de todo.

Hace unos días, estaba hojeando uno de los libros del equipo de finanzas. Los casos del libro eran precisos y ofrecían buenos ejemplos en los que basarse para aprender. Me sorprendió, en primer lugar, lo mucho que había llegado a dominar. Como ingeniero, hago más contabilidad que cualquier otra cosa, o cualquier función, dentro de nuestra organización, como la mayoría de los directores generales deben hacer. Pero al cerrar el libro, lleno de confianza, se me ocurrió. Faltaba algo muy evidente: Los libros de finanzas no suelen abarcar los activos intangibles y las oportunidades. No se valora, ni se calcula para crear el valor, la tranquilidad y la colaboración.

Me acordé de esta cita de Jacques Attali, autor de Une brève histoire de l’avenir (Breve historia del futuro): «Siempre volvemos a la idea del tiempo, por tanto de la muerte, así que ese es el hilo conductor, la gestión del tiempo».

El ROI de la tranquilidad

A mi mujer le molesta que, siempre que alquilamos un coche, tome todos los seguros. Cuando digo todos, lo digo en serio. Sí, soy consciente de que mi tarjeta de crédito tiene seguro. Sí, soy consciente de que no necesito todos los seguros que se ofrecen. Tomo todos los seguros para estar tranquilo. Así puedo entregar las llaves y marcharme sin más, cuando tengo cinco hijos esperándome para devolver el coche y dirigirme al aeropuerto. Si ocurre algo, no tengo que hacer nada porque no hay que poner reclamaciones ni realizar seguimientos, me evito todo tipo de problemas.

¿Desperdicié dinero hasta ahora? No, pienso que cada dólar gastado en seguros valió la pena por la tranquilidad y el ahorro de tiempo en el futuro.

Tranquilidad para su organización

Por la mañana, me tomo un té y compruebo las estadísticas del equipo. ¿Qué pasó anoche en nuestras oficinas lejanas? ¿Cerró el equipo de desarrollo de negocio el trato que tenía previsto? ¿Cuántos clientes potenciales ha generado el equipo de marketing? ¿El equipo de servicios profesionales está compartiendo la carga de trabajo? Antes incluso de empezar el día, ya tengo toda la información necesaria para conocer mis prioridades del día como director general.

El reto es cuando los operadores acuden al equipo de finanzas para presionar en favor de la inversión en una nueva plataforma para el equipo. Si no hay un retorno de la inversión tangible que compartir, no pueden justificar la decisión de realizar dicha inversión. Así que el statu quo, persiguiendo información y personas, se perpetúa.

¿Le gustaría conocer el ROI de las inversiones en tecnología para su equipo? A lo largo de la semana, tome nota de cuántas preguntas y reuniones tiene que hacer para conseguir la información que posee una sola persona. ¿Cuántas veces se ha equivocado su equipo porque algo no estaba claro? ¿Con qué frecuencia debe hacer de entrenador ante los miembros infelices de su equipo? Si la respuesta es más de una hora al día, me parece que debería invertir.

Bajo presión, las empresas intentan llenar el vacío creado por la falta de herramientas y de visión, reuniendo a más personas y hojas de cálculo. Aunque esto crea la ilusión de resolver el problema, lo único que hace es crear ineficiencias. Si desea cuantificar el retorno de la inversión, es la suma de tres: el tiempo que se pierde mirando esas hojas de cálculo (el tiempo de su equipo y el suyo), el tiempo que se pierde dando vueltas en busca de información y, por último, pero lo más importante, el costo de todas las malas decisiones tomadas mientras no se disponía de la información correcta. Tres ejemplos de las «malas decisiones» más comunes son:

• ¿Se contrató demasiado personal? ¿O se esperó demasiado tiempo para publicar una oferta de trabajo que hubiera hecho que su proyecto fuera rentable o exitoso?
• ¿Necesitaba realmente hacer rebajas? ¿O la rotación de su inventario estaba bien?
• ¿Podría haber anticipado el efecto de la última retirada de productos que, con suerte, se hizo sobre los clientes adecuados?

Estas son las preguntas que su Director Financiero debe tener en cuenta la próxima vez que se resista a las iniciativas de transformación digital de su organización. Al igual que un CEO serio tiene un asistente que le ayuda a gestionar el calendario, usted también debería tener la información, los KPI y las métricas a su disposición mientras toma su primer café.

En pocas palabras

El no tener que correr a buscar información tiene un gran valor.

Lea este artículo en Forbes.